Crearon este bicho, inteligentes
psicóticos malditos y mezquinos
para matar a flores, sin espinos,
flores ancianas siempre transparentes.
Esta desolación está en las mentes
de los ríos que labran sus destinos
desvelados a causa de felinos
que ciegan, con furor, todas las fuentes.
Inoculan su mal, en un instante,
en la sangre de cuerpos, antes sanos,
bajo la luz que activa al caminante.
Con esta hiel, marchamos los humanos
hacia el mar de la vida deslumbrante,
donde el mal sobrevive en los hermanos.
CARLOS BENÍTEZ VILLODRES
MÁLAGA (ESPAÑA)
(*) Del libro FRISSIAS DE ORO, Vol. II